domingo, 11 de septiembre de 2011

SUBTEMA 1.1 LA REVOLUCIÓN QUE NOS RODEA

La vida en sociedad está organizada alrededor de sistemas complejos en los cuales, y por los cuales, el hombre trata de proporcionar alguna apariencia de ordena su universo. La vida está organizada alrededor de instituciones de todas clases: algunas son estructuradas por el hombre, otras han evolucionado, según parece, sin un diseño convenido. Algunas instituciones, como la familia, son pequeñas y manejables; otras como la “política o la industria”, son de envergadura nacional y cada día se vuelven más complejas.
Un vistazo rápido a esos sistemas revela que comparten una característica: la complejidad. La complejidad es el resultado de la multiplicidad y embrollo de la interacción del hombre en los sistemas.
Los recursos no solo están disminuyendo, sino que también están mal distribuidos.
Es obvio que para resolver estos problemas se requiere una amplia visión, lentes telescópicos que abarquen el espectro total del problema, y no solo una porción aislada de ésta. Los métodos antiguos de enfrentar los problemas ya no son suficientes. Debe pensarse en sustituirlos por otros nuevos.
Como una consecuencia de la necesidad de planificar, operar y diseñar sistemas cada día más complejos que solucionen los grandes problemas sociotécnicos en los medios académicos e industriales, ha surgido una nueva filosofía o metodología llamada Ingeniería de Sistemas.
Los especialistas en investigación de operaciones y sus diferentes ramas cometen un error similar: pretenden dar una solución ideal basada en conceptos matemáticos a los problemas que se les presenta y tienden a la especialización matemática.
La Teoría General de Sistemas es un modelo ejemplar que reúne un conjunto de disciplinas para la construcción de conocimiento de diversas disciplinas a una forma común de comprensión y solución de problemas de conocimiento, en razón de equivalencias o analogías que pueden abstraerse y generalizarse.
Actualmente el enfoque sistémico constituye también una tecnología, es decir una forma de resolver los problemas que surgen de la aplicación instrumental de la ciencia y los diferentes esquemas de comportamiento que asumen las sociedades modernas. Esta tecnología incluye tanto la administración y el control, comunicación, automatización, computarización, etc., como del software y la aplicación de los conceptos sistémicos basado en el uso de programas con inteligencia y modelos expertos.
El desarrollo de una tecnología sistémica se ha hecho necesario en razón de la alta complejidad de la sociedad y de las técnicas modernas, para las cuales las disciplinas tradicionales ya no son eficientes.
Sistemas de niveles diversos requieren de un estudio y de un control más racional, como es el caso de los ecosistemas, las organizaciones formales de las administraciones gubernamentales, las instituciones educativas, la iglesia, el ejército o las comunidades tradicionales en conflicto con las inercias de modernización contemporáneas. En todos estos se encuentran problemas típicos de los sistemas, como es el caso de la intervención de numerosas variables en las situaciones sociales, de salud o de educación.
La revolución que nos rodea

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